domingo, 4 de octubre de 2009

No importa cómo te lo comas, importa después de


Existen mil y un maneras de tener relaciones sexuales con mujeres, hombres y cuanto hay. Es parte de la naturaleza animal y humana, y por tal perentorio, el tener relaciones sexuales. Todos somos producto de un ayayayayay, y la mayoría de las veces de un ay que rico.

Lo aberrante, antinatural y degradante es negarse a tener relaciones sexuales, o lo que es peor tratar de que otros no tengan este medio profiláctico de desahogar la naturaleza animal.

Durante las relaciones sexuales puedes estar arriba o abajo, metiendo o recibiendo, o muchas veces hasta mirando, pero no hay peor hipócrita que el que trata por cualquier medio de reprimir sus instintos, pues lo único que lograría a pesar de flagelarse como alguna santa, o de juntar más leche como esos curas santones que cuando desfogan te llenan el culo de niño o niña con más de ocho onzas de leche hirviendo, como se ha leído mucho en los diarios de todo el mundo.

Todos, absolutamente todos figurativamente somos producto de un polvo, por aquello del dicho "polvo eres y en polvo te convertirás". ´Pero este tema lo tocaremos más adelante

Ahora intento alarmar sobre muertes en la cama o en la sala o cocina, o el baño, o también detrás de la sacristía, es decir en pleno acto sexual

Muchos amigos ultimamente han sufrido percances que muchas veces desembocan en la muerte.

Fulano o Sutano murió empepado con viagra. Ahora nomás un buen amigo sufrió un desvanecimiento y enseguida se le chanta lo del viagra.

Otro buen amigo muere después de hacer gran esfuerzo subiendo cerros en una caminata

anteriormente muere otro después de empujar una camioneta atascada, regresando de la sierra

Lo uniforme de la observación es que ninguno muere durante el acto sexual, ni en pleno esfuerzo sino, en todos los casos, después.

Unos después de vaciar sus seminales, otro despues que arrancó el carro, y mi amigo Carlos durante el regreso en bajada de la caminata.

La recomendación es sencilla, y basta ver en los hipódromos cuando terminada la carrera el caballo sigue en ejercicio. O con los corredores olímpicos que hacen lo mismo

Entonces la recomendación sería que luego de terminado un esfuerzo grande el cuerpo no debe quedar en reposo absoluto, sino gradualmente ir disminuyendo los latidos del corazón. Siempre, a cualquier edad se produce un daño al dejar abruptamente el ejercicio. Los más jóvenes no lo sienten pero va sumando. Los mayores lo sienten y muchas veces creen que lo mejor es el reposo, y se echan como vacas a seguir durmiendo.

Ya cada uno debe seguir en actividad a su manera y como le venga en gana, pero nunca parar en seco

ah, también sirve aquella publicitada de aspirar aire y toser, pero en el caso del sexo, no dejarás de parecer un gran simplón

digo por si les sirve.


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