
Quien tuvo ocasión de espectar el film La Profecía, debe recordar aquella frase pronunciada por hombres y mujeres poseídos por Damian antes de inmolarse en su nombre. Algo parecido viene sucediendo con relativa frecuencia dentro de las esferas del actual gobierno, dizque aprista.
El primero que nos viene a la mente es el secretario general del APRA Agustín Mantilla, a todas luces sacrificado en aras de Alan García cuando recibió dinero de la corrupción montesinista para solventar la campaña electoral del 2000. Fue este Mantilla el mismo que cuando ministro del interior cubrió las espaldas del presidente quien el año 1986 mortificado por el motín en los penales da la orden de “debelar a cualquier precio” al marino Luis Giampietri. Se sabe que este siniestro personaje posee grabaciones comprometedoras de esas criminales órdenes, chantaje, título único que le ha valido llegar y sostenerse como primer vicepresidente de la república.
Meche Cabanillas también conoce de esta “pócima de caracol”. Tras los sucesos de Bagua titiritados de pies a cabeza por García Pérez, Meche asume responsabilidad ajena inmolándose por Damian. La ministra de hierro termina expelida del gabinete con las manos ensangrentadas y para ella sola toda la culpa de los sucesos como oscura diadema.
Recientemente tenemos otro suicida por Damian. Tras gestionar el indulto del broadcaster Crousillat, Aurelio Pastor no llegaba a comprender como Alan García habiéndole inducido a la defensa a rajatabla del cuestionado indulto presidencial, le podía quitar el piso y pedirle la vida en su nombre. Pastor en estado de shock se para firme y no renuncia, luego de algunos bocinazos y berrinches partidaristas todos comprenderían que Alan Damian debía seguir viviendo y que necesitaba de su sangre para ello, y aceptan finalmente la inmolación.
Poco antes encontramos al ministro ex PPC Flores Araoz, quien renuncia a su carrera política creyendo que Alan, después de succionar su momento político, le iba a mantener a su lado. Esto seguramente también se repetirá con Rafaelito Rey quien igual saldrá expelido en cualquier momentito que así convenga o se le antoje a Damian.
Ahorita nomás tenemos el más dramático de los casos por la cantidad de implicados. Se trata de los ex ministros Jorge del Castillo y Garrido Lecca.. Alan maneja a sus ministros y cualquier entorno con el chasquido de los dedos. Ellos obedientes asisten a las reuniones con el empresario portorriqueño Canaan, uno por más hospitales y el otro para garantizar cualquier inversión principalmente en exploración petrolera. Una vez que estalla el escándalo de las ratas por el mismo tema había que tomar distancias rápidamente y así lo hace el presidente desde Catacaos. A pesar de pisotear a su ex ministro Rómulo León, la cosa no queda allí, enseguida se destapa el escándalo de los chuponeos BTR, la caída de su chapulín Allinson, que por cierto también conoce de los desprecios de Damian, para luego descubrirse la manipulación y desaparición de audios incautados a la Gianotti. Finalmente el destape que compromete directamente a del Castillo por coincidencias inocultables en favores tributarios a la empresa petrolera Monterrico, cuyo dueño “le vende” un depa al ex premier, a cambio todo de sacar esa ley con nombre propio propuesta por el congresista Carrasco Távara. Todos irán a la picota por salvar el pellejo del verdadero instigador de “Inversión Privada a cualquier precio”… Alan Damian.
Hasta cuando durará esta suerte de diabólico maquiavelismo? Podrá algún compañero ponerle el cascabel al diablo? Omar Quezada talvez?
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