viernes, 24 de septiembre de 2010

Voto informado, o direccionado?

Ad portas de un nuevo proceso electoral, el JNE empieza a tomar inédito protagonismo publicitario recomendando al electorado estudiar bien las diferentes propuestas de los candidatos, así como interesarse en conocer sus antecedentes personales para luego emitir un “voto informado”.


Aparentemente esto es correcto y con la referida campaña se transmitiría el mensaje de sopesar en la figura de cada candidato el interés de la comunidad por encima de intereses particulares o de gustos personales, y de esta manera quedar con la conciencia en alto al abandonar la cámara secreta.

Sin embargo, analizando un poco, estas recomendaciones pueden resultar fuera de lugar y en el fondo, sin querer queriendo, se podría estar direccionando la intención de voto. En principio si se nos “informa” como a algunos conviene, ya se está induciendo por ejemplo a pensar que los candidatos que no hubieren culminado estudios superiores están por debajo de los que si los tienen.

De igual manera resultarían casi fuera de carrera aquellos candidatos que por algún error en su vida tuvieran algún antecedente judicial ya redimido, o los que sufrieran algún repentino cambio político difícil de tipificar por ley, como el transfugismo.

Tendrían poca opción esos otros candidatos que desempeñaron funciones dirigiendo alguna institución estatal o privada, llámese municipio, gobierno regional, universidad, banco, etc., y se vieron envueltos en investigaciones que siempre dejarían en duda su probidad.

En esta línea de cosas las escalas de valores se tornarían interminables y variopintas, y finalmente el voto bien pensado o informado te puede estar llevando a la conclusión de que tu candidato no sirve y debes votar por otro.
La constitución nos otorga a los ciudadanos igualdad ante la ley y todos los candidatos que cumplieron los requisitos y pasaron las tachas, si ya fueron declarados hábiles por el JNE, tienen el derecho de realizar su campaña electoral e informar libremente de sus proyectos al electorado, sin que el propio ente rector del proceso contradictoriamente esté echando sombras de duda sobre ellos diciendo: ¡cuidado! infórmate bien.

De esto aprovechan muy bien algunos periodistas que cual leñateros a destajo reparten mortales golpes a esos candidatos que teniendo “anticuchos” no se matricularon en su planilla o simplemente no son de su preferencia.

También puede servir de arma de doble filo y dejar la puerta abierta para que cualesquier aprendiz de dictador pueda hacer realidad sus sueños de “impedir que alguien que yo no desee llegue a la presidencia” como descaradamente declarara el presidente García refiriéndose a los candidatos de izquierda.

El JNE debe permanecer completamente neutral y para ello, como en la cancha de fútbol, el mejor árbitro será aquel que menos haga notar su presencia.

Solamente desear suerte a los candidatos para este domingo 3 de octubre y apuntar, en especial para los que resulten ganadores de la justa electoral, una frase sencilla pero irrebatible del poeta y escritor piurano Carlos Manrique León que siempre deberían tener en cuenta, cuando advierte que: “Quien usa el poder para satisfacer caprichos personales, empaña la gloria a la que por otras razones se hubiese hecho merecedor “.

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